«Estamos en estado de guerra»
Tomás Bárbulo (enviado especial)
El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos es el primer miembro del Gobierno de Mohamed VI que admite, implícitamente, que la policía marroquí ha podido torturar a saharauis tras el desmantelamiento del campamento de Agdaym Izik, a las afueras de El Aaiún. Taieb Fassi-Fihri recibió a EL PAÍS en su despacho oficial de Rabat el pasado jueves, unas horas después de que el Parlamento Europeo pidiera una investigación de la ONU sobre los sucesos.
Pregunta. ¿Aceptará su Gobierno la investigación?
Respuesta. La resolución del Parlamento Europeo es precipitada y parcial. Es precipitada porque habíamos convenido con la conferencia de presidentes que la resolución iba a ser adoptada en diciembre. Y es parcial porque no habla de la situación de los derechos humanos de todos los saharauis, incluidos los que están en territorio argelino [en los campamentos del Frente Polisario, en Tinduf].
P. ¿Acudirá usted al Parlamento Europeo el 1 de diciembre, como estaba previsto, para dar su versión de los sucesos?
R. Desde luego. Iré para demostrar el carácter parcial, injusto y desequilibrado de la resolución.
P. En esa comparecencia, ¿va a admitir que ha habido torturas y desapariciones de saharauis?
R. Quiero señalar que no hubo ningún muerto en el desmantelamiento del campamento y que los soldados marroquíes no han disparado ninguna bala, a pesar de que fuentes de Argelia, del Polisario y españolas afirmaron que se había perpetrado un genocidio y una limpieza étnica.
P. Repito: ¿Va usted a admitir que ha habido saharauis torturados en las comisarías y que hay desaparecidos?R. Voy a demostrar la realidad política y judicial. Me refiero a personas que han cometido crímenes. Ahora, si usted dice que hay personas inocentes que han sido torturadas, eso lo dice usted. Yo no lo admito. Tampoco admito que haya habido desaparecidos.
P. Hay numerosos testimonios que atestiguan ambas cosas.
R. No ha habido torturas a inocentes.
P. ¿Y a culpables?
R. Si han sido o no torturados, eso lo dirá la justicia. No sé si usted tiene confianza en la justicia.
P. ¿Va a admitir que la policía dirigió grupos de colonos marroquíes para saquear las casas de los saharauis?
R. La policía ha hecho un esfuerzo enorme para impedir que la población civil reaccionara contra los [saharauis] causantes de los incidentes e hiciera su justicia. Algunos medios dijeron que había habido una intervención militar, que había decenas de muertos entre los civiles del campamento y que los asesinos habían sido las fuerzas del orden.
P. ¿Niega los testimonios de que la policía dirigió los saqueos a las propiedades saharauis?
R. El Estado ha hecho grandes esfuerzos para tranquilizar a los civiles.
P. Dice que los soldados que entraron en el campamento no usaron armas de fuego. Sin embargo, comienzan a conocerse testimonios de heridos de bala.
R. ¿En el campamento?
P. Sí.
R. Es mentira.
P. Yo he recogido uno de esos testimonios. Un saharaui con un balazo en un brazo.
R. No, lo niego.
P. ¿Se disparó después, durante los disturbios?
R. Tampoco. Se han dicho muchas mentiras a la opinión pública española, que está mal orientada cuando dice que la única salida al conflicto del Sáhara es un referéndum. Los creadores de opinión, algunas ONG, la orientan mal por razones históricas y estratégicas. Mire, desmantelamos el campamento por tres razones. La primera, durante semanas hubo oportunidad para negociar, pero luego tomamos conciencia de que allí había un grupo que no quería negociar. La segunda, las dos terceras partes del campamento eran tiendas vacías, que habían sido montadas con el fin de aparentar que la movilización era mayor. Y la tercera razón, hubo gentes a las que se le impidió salir del campamento; lo han declarado después.
P. No sé de nadie que haya declarado eso.
R. Sí, lo declararon tres mujeres. La opinión pública española ha sido engañada durante semanas, durante la operación de desalojo. Y ahora que todo el mundo sabe que ha sido engañada, solo quiere hablar de la violencia que hubo después del desalojo.
P. La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, se ha pronunciado en la cumbre de la OTAN de Lisboa a favor de que la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso) tenga competencias en materia de derechos humanos. ¿Está de acuerdo?
R. La prensa ha contado que eso se lo dijo la ministra a los ministros de EE UU y de Reino Unido. A mí no me lo ha dicho.
P. ¿Ustedes estarían de acuerdo en que la Minurso asumiera la vigilancia de los derechos humanos?
R. No, no y no.
P. ¿Por qué?
R. Esa es una estrategia de Argelia y del Polisario que ha calado en España. Gira en torno a dos ejes: [competencias de la Minurso] en derechos humanos y [prohibición de la] explotación de los recursos naturales del Sáhara. Es la estrategia que desarrollan, día tras día, desde 2007, con la movilización de algunos activistas que entran al territorio como turistas y tienen como instrucción desafiar la presencia marroquí. El objetivo de esta estrategia es evitar la negociación entre Marruecos y el Polisario. Es una maniobra de distracción de los servicios de inteligencia argelinos.
P. No aceptando la competencia de la Minurso en derechos humanos, dan ustedes a entender que tienen mucho que ocultar.
R. Nada de eso. La prueba es que Human Rights Watch está aquí, Amnistía Internacional está aquí… Hay en el mundo seis misiones de Naciones Unidas que carecen de competencias en materia de derechos humanos. No vamos a transigir en esa cuestión, que sirve a la agenda de nuestros adversarios. Porque estamos en un estado de guerra.
P. ¿Contra quién?
R. Estamos en un estado de guerra en su sentido global. Tenemos enemigos que atacan los supremos intereses del país.
P. ¿Se refiere a Argelia y al Polisario?
R. Puedo decir de manera clara que los cócteles molotov, el estallido de bombonas de gas y el degollamiento de un policía son obra de milicias que han estado en contacto permanente con el territorio argelino.
P. ¿Tiene pruebas de eso?
R. El Polisario ha dicho claramente que sabía lo que ocurría en el campamento de Agdaym Izik. Eso demuestra sus contactos.
P. El 13 de diciembre hay una reunión entre la Unión Europea y Marruecos para desarrollar el acuerdo de asociación. ¿Teme que los sucesos del Sáhara afecten a ese acuerdo?
R. No. Habrá un diálogo político sobre la cuestión del Sáhara, como siempre.
P. ¿Está satisfecho con la actitud del Gobierno español ante los sucesos del Sáhara?
R. No puede usted aislar la posición del Gobierno de España de la del resto de los Gobiernos europeos. Todos han pedido conocer y analizar los hechos antes de manifestarse. Pero, una vez más, la cuestión marroquí y la cuestión del Sáhara están en el centro de la política interior española.
P. ¿Su Gobierno respalda la declaración de los partidos políticos marroquíes contra el Partido Popular español?
R. Tomo nota de ella.
P. ¿Pero usted está de acuerdo con la afirmación de que el PP está utilizando la cuestión del Sáhara con fines electorales?
R. Sí. De esa manera ataca al Gobierno de Zapatero, que mantiene la misma posición que los demás Gobiernos occidentales.
P. Ustedes tienen prevista en diciembre una nueva reunión con el Polisario…
R. Con Argelia.
P. ¿Cuáles son sus líneas rojas en esa negociación?
R. El referéndum de autodeterminación es un mecanismo minoritario, porque ha sido aplicado en la descolonización de muy pocos países.
P. El Parlamento Europeo ha pedido la libre entrada de los medios de comunicación internacionales en El Aaiún. ¿Va usted a permitirla?
R. En el marco de la confianza, periodistas españoles nos han hecho mal, influyendo negativamente en la opinión pública española. Pero usted está aquí.
P. Estoy aquí, pero ¿puedo volver mañana a El Aaiún a seguir trabajando?
R. [El ministro pide que apague la grabadora para un off the record. Tras volver a encenderla, repito la pregunta].
P. ¿Puedo o no puedo volver a El Aaiún?
R. Ya le he respondido off the record.
P. Pero yo vuelvo a formularle la pregunta en abierto.
R. No voy a responder.
Fuente: El País |